lunes, 26 de octubre de 2009

Una ves mas Tarantino rompe las espectativas


El pasado 9 de octubre del año en curso se celebro a nivel mundial el estreno de la nueva pelicula del galardonado director de cine Quentin Tarantino, el cual en esta ocacion nos obsequia una pelicula ambientada en francia en el periodo nazi, donde un grupo de soldados se dan a la tarea de simple y sencillamente matar nazis con el fin de causar miedo a los demas.

acontinuacion una breve reseña de este filme.

IB como buena cinta de Tarantino es larga, muy larga (apártate algo más de tres horas para verla) y admite que se vea en muchas ocasiones, muchos detalles, muchos guiños y si, sólo un cretino perdería el tiempo quejándose de que no es históricamente fiel o apegada a la realidad, no se trata de eso, es una cinta de Venganza (si otra más) con el villano perfecto, el que todos aman odiar, a través de la visión de Quentin Tarantino.

Los Bastardos del título distan de ser el eje de la historia, y sólo cuatro personajes, además del teniente Aldo Raine, interpretado por Brad Pitt se desarrollan como algo más que relleno, entre ellos el personaje de Eli Roth.

Diane Kruger, si que luce y tiene uno de los diálogos más incisivos de ésta película, donde los estereotipos están a la orden del día, el de los italianos que hablan con las manos y toda la serie de insultos a los alemanes te arrancan una sonrisa, lo mismo que la incapacidad de los norteamericanos de hablar algo que no sea inglés.

No, no es la cinta más violenta de Tarantino (otra comparación difícil de realizar), aunque una escena con el bat es bastante incomoda de presenciar.

Tiene todas las huellas de una cinta de Tarantino, temas musicales que ya hemos visto en cintas anteriores, mujeres increíblemente hermosas (y eso desde la primera escena), mucho humor negro y de verdad, los 150 minutos que pasarás en la sala se van como agua.

No, no es para todos los públicos, y en ésta ocasión los subtítulos no fueron hechos con las patas, no sé si así es también en la sección en alemán, pero tengo la sensación de que ahora no recayo en las manos de un incapaz.